viernes, 2 de agosto de 2013
Apuntes sobre la Confesión
Fuente: Catecismo de la Iglesia Católica aprobado por Juan Pablo II. Síntesis de los Números 1423 - 1485 El orden, la síntesis son nuestras. Las aclaraciones y anotaciones personales aparecerán entre paréntesis
Todos somos pecadores:
1425 El apóstol san Juan dice: "Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos y la verdad no está en nosotros" (1 Juan 1,8)
El sacramento tiene base bíblica:
1485 En la tarde de Pascua, el Señor Jesús se mostró a sus Apóstoles y les dijo: "Reciban el Espíritu Santo. A quienes perdonen los pecados, les quedarán perdonados; a quienes se los retengan, les quedarán retenidos" (Juan 20, 22-23). "El que a ustedes escucha a mí me escucha... el que a ustedes recibe, a mí me recibe" (Lucas 10,16, Mateo 10-40)
1484 "La confesión individual e íntegra y la absolución continúan siendo el único modo ordinario para que los fieles se reconcilien con Dios y la Iglesia
Respecto a los diversos nombres del sacramento 1423-1424:
1.-Sacramento de conversión, implica “cambio”. (Marcos 1,15)
2.-Sacramento de la penitencia, implica arrepentimiento y “reparación” de daños
3.-Sacramento de la confesión, implica declaración de faltas.
4.-Sacramento del perdón porque, por la absolución del sacerdote, Dios concede al penitente "el perdón y la paz" (Ritual de la Penitencia, 46, 55).
5.-Sacramento de reconciliación, implica “retorno” a Dios, (2 Corintios 5,20) y al hermano (Mateo 5,24).
Siguen siendo válidos los pasos que aprendimos desde niños para una buena confesión, estos son:
1.-EXAMEN DE CONCIENCIA: (Para un buen examen de conciencia conviene revisar los 10 mandamientos y los siete pecados capitales: Lujuria, gula, pereza, avaricia, ira, envidia, soberbia. Conviene también revisar las adicciones y dependencias a personas y cosas y finalmente los pensamientos, palabras obras y las omisiones contrarias a la caridad, es decir, el bien que pudimos haber hecho y no hicimos. En nuestro tiempo conviene revisar la Intolerancia a quien piensa o vive distinto)
2.-CONTRICIÓN DE CORAZÓN (dolor, arrepentimiento) 1451 La contrición es "un dolor del alma y un rechazo del pecado cometido con la resolución de no volver a pecar"
3.-PROPÓSITO DE ENMIENDA (deseo de no volver a hacerlo)
4.-EXPRESAR LOS PECADOS AL CONFESOR
1456 La confesión de los pecados al sacerdote constituye una parte esencial del sacramento: En la confesión, los penitentes deben enumerar todos los pecados mortales (graves) de que tienen conciencia tras haberse examinado seriamente
1457 Según el mandamiento de la Iglesia "todo fiel llegado a la edad del uso de razón debe confesar, al menos una vez al año, sus pecados graves"
1458 Sin ser estrictamente necesaria, la confesión de los pecados veniales, sin embargo, se recomienda
( La obligatoriedad es SOLAMENTE para los PECADOS GRAVES, es decir, Usted no está obligado a confesarse a cada rato de cualquier cosa, ni tampoco cada vez que va a comulgar, ni siquiera cada 15 días, sino solamente en caso de pecado grave)
(Para que exista pecado grave, hacen falta tres condiciones.
a)-“Conciencia plena” (tener conocimiento de que era pecado y de su gravedad)
b)-“Libertad plena” (nadie te presionó o te coaccionó, cuando lo hiciste, ni estabas bajo efecto de drogas o medicamentos que alteraran tu libertad de actuar)
c)-Gravedad del hecho (acción grave contra Dios, contra otros, contra ti mismo).
La clasificación de pecados según la gravedad ya aparece en la Biblia (1 Juan 5,16-17)
5.-CUMPLIR LA PENITENCIA (reparar el daño hecho)
1460 La penitencia que el confesor impone debe tener en cuenta la situación personal del penitente y buscar su bien espiritual. Puede consistir en la oración, en ofrendas, en obras de misericordia, servicios al prójimo, privaciones voluntarias, sacrificios, y sobre todo, la aceptación paciente de la cruz que debemos llevar.
(Esto significa que no necesariamente la penitencia tiene que ser “rezar”, lo recomendable es que la penitencia sirva para reparar los daños ocasionados)
ACERCA DEL CONFESOR:
1461 Los ministros oficiales de este sacramento son los Obispos y los sacerdotes (presbíteros)
1464 Los sacerdotes deben alentar a los fieles a acceder al sacramento y deben mostrarse disponibles a celebrarlo.
(En nuestra Iglesia el horario es de martes a viernes de 3 a 6 pm)
1465 El sacerdote ejerce el ministerio del Buen Pastor que busca la oveja perdida, el del Buen Samaritano que cura las heridas, del Padre que espera al hijo pródigo y lo acoge a su vuelta, del justo Juez que no hace acepción de personas y cuyo juicio es a la vez justo y misericordioso. En una palabra, el sacerdote es el signo y el instrumento del amor misericordioso de Dios con el pecador.
1466 El confesor debe tener un conocimiento probado del comportamiento cristiano, experiencia de las cosas humanas, respeto y delicadeza con el que ha caído; debe amar la verdad, ser fiel al magisterio de la Iglesia y conducir al penitente con paciencia hacia su curación y su plena madurez. Debe orar y hacer penitencia por él confiándolo a la misericordia del Señor.
1467 Dada la delicadeza y la grandeza de este ministerio y el respeto debido a las personas, la Iglesia declara que todo sacerdote que oye confesiones está obligado a guardar un secreto absoluto sobre los pecados que sus penitentes le han confesado, bajo penas muy severas. Este secreto, que no admite excepción, se llama "sigilo sacramental”
FRUTOS:
1468 En los que reciben el sacramento de la Penitencia con un corazón contrito y con una disposición religiosa, "tiene como resultado la paz y la tranquilidad de la conciencia, a las que acompaña un profundo consuelo espiritual" (Concilio de Trento: DS 1674). En efecto, el sacramento de la reconciliación con Dios produce una verdadera "resurrección espiritual", una restitución de la dignidad y de los bienes de la vida de los hijos de Dios, el más precioso de los cuales es la amistad de Dios (Lucas 15,32).