sábado, 21 de febrero de 2015

Los 12 errores del predicador





UNIVERSIDAD CENTROOCIDENTAL LISANDRO ALVARADO
DECANATO DE CIENCIAS VETERINARIAS
CORDINACIÓN DE EXTENSIÓN
UNIDAD DE EDUCACIÓN
Diplomado de Gerencia de la Comunicación
Cierre del Taller de Oralidad

Ponencia: Padre Jesús Genaro Pérez
(En la foto, parte de los 53 participantes del Diplomado)

LOS 12 ERRORES DEL PREDICADOR


El Reino de Dios siempre es presentado por Jesús como algo muy bueno y valioso: Se parece a un tesoro, a un banquete, a una Perla de gran precio, decía Jesucristo, por lo tanto si no se vende, es por culpa de los vendedores. Oí decir una vez: “Algunos dicen que la predicación es el opio del pueblo, pero es un opio que no crea adicción”

A mi modo de ver estos son los errores que puede cometer un predicador y que no permiten que los receptores, feligreses o depositarios del mensaje puedan recibirlo adecuadamente. Los oyentes se quejan muchas veces porque

1. LA PREDICACIÓN NO SE OYE:
No se debe empezar una predicación hasta no tener la seguridad de que todos oyen con claridad. Eso implica: Buen equipo, buena acústica, buen tono de voz. Es lamentable cuántas iglesias de nuestro país carecen de un sonido adecuado.

2. EL PREDICADOR MARCA DISTANCIA, ES LEJANO
Hay predicadores que no miran a la gente, no se acercan, no tocan. La cercanía visual y física es muy importante para que el mensaje llegue. El predicador tiene que conocer la asamblea, intentar ponerse en lugar del que oye, amarlos cuando les habla y que se sientan bienvenidos.

3. LA PREDICACIÓN FUE UN REGAÑO
La forma negativa de hacer mención a la predicación es llamarla “sermón”. A veces los hijos cuando se portan mal dicen a sus padres: Ya me vas a sermonear. Regañar es la peor opción, lo mismo que predicar con cara de pocos amigos. A veces se regaña a los que van por los que no van. Las correcciones no tienen por qué sonar a regaño, ni deben ocupar la mayor parte de la predicación. Hay que sonreír. Más atrae una gota de miel que un tonel de hiel.

4. LEYÓ LA PREDICACIÓN
Si la lectura se usa, debe complementarse con un añadido espontaneo, entonarse adecuadamente, y que sólo ocupe un pequeño lugar ilustrativo.

5. EL LENGUAJE ES MUY COMPLICADO
A veces se utiliza un lenguaje muy técnico e inaccesible. Se debe utilizar un lenguaje que entiendan todos, incluso la persona que llega por primera vez, utilizar el sinónimo más popular de los términos. La Biblia a veces habla más claro que los predicadores que intentan explicarla

6. UTILIZA A EXCUSA DE “EL MISTERIO” PARA EVITAR EXPLICAR UNA REALIDAD TEOLÓGICA
Jesucristo nunca se escurrió el bulto diciendo: Eso es un misterio, eso hay que creerlo y ya, a la hora de hablar del Reino de Dios. Indudablemente que las realidades espirituales no pueden ser entendidas plenamente por el intelecto pero nos podemos acercar a ellas con comparaciones y semejanzas como lo hacía Jesús.

7. LA PREDICACIÓN ES ABURRIDA
Una de las razones puede ser la dispersión, el predicador se va por las ramas. Para evitar esto es necesario un esquema con un máximo tres temas, que pueden estar subdivididos en otros puntos. Ejemplo: Hoy vamos a hablar de…1, 2 y 3.

Otra recomendación es que los temas más vinculantes queden al final y los más conceptuales al principio. La otra es utilizar el cuento, frases lapidarias, la narración descriptiva y el buen humor (La historia de Papá)

8. LA PREDICACIÓN NO TIENE QUE VER CON ESTA LA VIDA
La gente tiene que sentir que lo que se predica sirve para la vida de todos los días y no sólo para “la otra vida” y se puede aplicar a realidades personales, familiares o de país. Se debería notar además que el predicador pasa por situaciones similares a las de sus oyentes, y que ha enfrentado esas situaciones con las herramientas que ofrece

9. LA PREDICACIÓN NO TOCA TEMAS TABÚ
A mi modo de ver precisamente porque son Tabú deben tratarse con claridad, que la gente conozca lo que tenemos algo que decir al respecto y que no evadimos esos temas

10. LA PREDICACIÓN NO ES ACTUAL
Alguna vez leí y creo que es así: “El predicador debe tener en una mano la Biblia y en la otra la prensa” e informarse continuamente de los nuevos avances de la ciencia y de la tecnología, de las realidades sociales, artísticas, culturales y políticas y ponerlas al servicio de la predicación

11. NO CONVENCE
El convencimiento viene cuando el predicador:

1. Dice lo que conoce
2. Cree lo que dice
3. Vive lo que cree
4. Ama lo que predica
5. Permite que el Espíritu Santo guíe la predicación y la unja.


12. EL PREDICADOR NO SE ENCUENTRA CON DIOS
Como lo hacía Jesucristo, el predicador tiene que tener encuentros personales con el Padre, para que el Espíritu Santo lo inspire. Tengo una oración en una agenda vieja, una de esas oraciones que expresan lo que significa para mí la predicación:

“Oh Jesús, voy a transmitir tu Divina Palabra a la gente. Haz que me identifique contigo por el amor y la pureza para que no sea mi palabra sino la tuya, la que yo predique. Pido la unción del Espíritu Santo, quiero el fuego de tu corazón para hablar

Que hable con bondad, sin ofender, sin herir, sin regañar, pero también con toda la santa libertad de quien sólo busca tu gloria y nunca complacer a los hombres.

Que cuando yo hable, tú seas oído y que noten en mis palabras el fuego de tu corazón, que principalmente me inspire en la Sagrada Escritura, que es tu Palabra Viva y penetrante. Que el Espíritu santo me asista en todo momento y ponga en mis labios las palabras que él quiere que se digan.

Que yo viva lo que predico, que mi vida sea mi mejor sermón. Corazón de Jesús, que yo sea tu eco, tu voz, tu pregón, ahora y siempre.” Amén.

 “El sacerdote prepara la predicación cuando se esfuerza por vivir en sí mismo la riqueza del evangelio, cuando se cultiva intelectualmente con el estudio de la Biblia y de la Teología, cuando está como buen pastor cerca de los hombres, de sus problemas, de sus penas, cuando lee el periódico y cuando ora” Monseñor Martí, Obispo de Urgell

Barquisimeto, 22 de Febrero del 2015