viernes, 25 de mayo de 2012

La Terapia de la ternura




                 

El abrazo es tan necesario que la gente busca excusas de todo tipo para hacerlo, como celebrar un gol. Otras veces se emborrachan para atreverse a hacer más deshinibidamente lo que más desean, tocar y ser tocados. 





Ashley Montagu (Antropólogo) “Todos los seres humanos ansían el contacto físico y normalmente no se tiene el suficiente. Los archivos de los orfanatos están llenos de casos de muertes inexplicables de niños nacidos sanos y bien alimentados, que enfermaron por no contar con su ración diaria de caricias” Sidney B Simon: “Sentimos en nuestro interior un hambre atroz que ninguna comida puede saciar. El hambre de tocar, sentir, experimentar la realidad del contacto humano” Su teoría se podría condensar así:

1.-Todo ser humano nace con la imperiosa necesidad de ser tocado y esa necesidad perdura hasta la muerte

2.-Ser tocado de un modo cariñoso y tierno tiene un valor terapéutico

3.-En nuestra sociedad enferma, mucha gente no distingue el toque cariñoso y amable de las caricias erótico-sexuales

4. Algunos niños tienen la suerte de nacer en hogares en los que el “hambre de piel” queda satisfecha, otros sólo experimentan contactos en forma de castigos corporales. Esto explica por qué ciertos niños se portan mal sólo por ser castigados físicamente y sentir algún tipo de contacto.





Según un estudio llevado a cabo en numerosas cafeterías, los puertorriqueños se tocan entre sí unas 180 veces cada hora; los parisienses unas 110 veces y los londinenses ninguna. Otro estudio de señala que las sociedades en las que la gente se toca más, tienen menos índice de suicidio que aquellas en las que el contacto físico es mal visto.



El tacto es el primer sentido en desarrollarse, es también el primero que utiliza el niño para ir descubriendo el mundo, es el más extenso, porque la piel, donde se encuentran todos los receptores táctiles, ocupa todo el cuerpo. Hay receptores para el contacto superficial, la presión, las vibraciones, el frío, el calor, el dolor y las cosquillas. Los receptores de las cosquillas son realmente sorprendentes, provocan risa cuando otra persona toca, pero no cuando se toca uno mismo. Son señal de juventud, pues con los años se van perdiendo. La caricia tiene además un poder curativo, los niños lo saben y corren a buscar a su mamá cuando se golpean, entonces ellas los tocan y le dicen: “sana, sana colita de rana” Por eso Jesús tocaba a los enfermos para sanarlos para sanarlos y les mandó a sus discípulos que hicieran lo mismo. (Marcos 16,18)

Acariciar no es lo mismo que “agarrar” Cuando agarro un objeto, lo hago sin pedir consentimiento, suponiendo que las cosas deben estar a mi servicio en el momento que las requiero. Lo opuesto al agarre es la caricia, pues es imposible, acariciar por la fuerza, ya que la experiencia se convertiría al momento en un maltrato. La caricia es una mano revestida de paciencia que toca sin herir y suelta para permitir la movilidad de la persona con quien entramos en contacto




ABRAZAR ES UNA MEDICINA

Abrazar es una medicina para el alma y para el cuerpo. Abrazar significa entrega, transmisión de energía, compartir sentimientos de amor, solidaridad, jugueteo y complicidad.

Un abrazo está cargado de simbolismo romántico, de amor y pasión, de fraternidad y apoyo, de solidaridad y agradecimiento, o de dulces recuerdos, un abrazo es una carta con destinatario y remitente.

Abrazar estimula emocionalmente a quien lo recibe; lo carga de energía y lo hace sentir bien. Es tan benéfico dar y recibir abrazos, que la sicología lo considera una práctica necesaria.

Los expertos aseguran que los seres humanos necesitan 4 abrazos al día para sobrevivir, 8 para mantenernos y 12 para crecer. Es tan sencilla que sólo requiere de estirar los brazos para rodear el cuello o la cintura para que quien lo reciba exhale un suspiro.

Tocar a otra persona se utiliza como medicamento para tratar la depresión y la ansiedad, reducir el dolor e incrementar el deseo de vivir de los enfermos




POR FAVOR: "TÓCAME"

Si soy tu hijo recién nacido. Por favor, tócame, necesito tu caricia de una manera que no te imaginas. Tu cariño me trasmite seguridad y amor.

Si soy tu niño. Por favor tócame, es un modo de atender a mis necesidades.

Si soy tu adolescente por favor tócame. No pienses que por haber crecido, no necesito de tus brazos cariñosos, de una voz tierna. Cuando la vida se hace difícil, el niño que hay en mi te vuelve a necesitar.

Si soy tu amigo por favor, tócame. Nada como un abrazo afectuoso para saber que yo te importo. Un gesto de cariño cuando estoy tiste, me garantiza que yo soy querido, y me reafirma que no estoy sólo. Tu gesto de consuelo tal vez sea lo único que yo necesito.

Si soy tu esposo (a), por favor tócame, tal vez pienses que tu pasión basta, pero son tus brazos los que detienen mis temores. Necesito tu toque tierno. Para recordar que soy amado simplemente por mí mismo.

Si soy tu hijo adulto. Por favor tócame, aunque tenga una nueva familia que abrazar, todavía necesito tus brazos cuando me lastimo.

Si soy tu padre mayor. Por favor tócame, como yo te tocaba cuando eras niño. Y da calor a mi cuerpo cansado con tu proximidad. Mi piel, ahora marcada, necesita ser acariciada. No tengas miedo. Apenas tócame