"Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo.
Que con el Padre y el Hijo, recibe una misma Adoración y Gloria y que habló por los profetas" (Credo)
PENTECOSTÉS
El Shavuot era una celebración judía, en griego: Pentecostés (50 días después de Pascua), fiesta de acción de gracias por las cosechas. Jesucristo les prometió a sus discípulos que ese día derramaría el Espíritu Santo sobre ellos. Así fue. Hasta ese día todavía los discípulos permanecían a puerta cerrada por miedo a que los que asesinaron a Jesús, los asesinaran a ellos. Pero el Espíritu Santo los llenó de fuerza, manifestándose como una fuerte brisa y como llamas de fuego que se posaron sobre sus cabezas, los liberó del miedo y se convirtieron en testigos públicos de la resurrección de Jesucristo Se derramó con abundancia sobre los discípulos de Cristo (Hechos 2,1-40), “con miras al testimonio de los doce (Hechos 1,8) y a la manifestación pública de la Iglesia; así este día es para ella como la fecha oficial del nacimiento.” Después de Pentecostés y gracias al Espíritu Santo comienza la Iglesia a crecer rápidamente (Hechos 9, 31), a través de la labor de los Doce (Hechos 2,42; 4,33; 5,12).
SEÑOR Y DADOR DE VIDA
El Antiguo Testamento traza algunas pinceladas respecto al Espíritu Santo y todas tienen que ver con VIDA, aletea sobre las aguas(Génesis 1,1), transforma corazones de piedra en corazones de carne (Ezequiel 36,26), da vida a un pueblo sin esperanza (Ezequiel 37, 1-14). En el Nuevo Testamento viene en forma de paloma sobre Jesús en el momento del bautismo (Marcos 1,10). Se asemeja a un río de agua viva (Juan 7,37-38) , a un viento fuerte (Hechos 2,2) a una llama de fuego (Hechos 2,3)
DADOR DE DONES
El Espíritu Santo es Dios mismo presente y actuante en el creyente (1 Tesalonicenses 1,5). Procede del Padre y del Hijo (Juan 15,26), conduce a la Iglesia hacia la Verdad total (Juan 16,13), vivificándola (Juan 7,37-39) y dando testimonio de Jesús (Juan 16,14) por la predicación del Evangelio (1 Pedro 1,12; Hechos 4, 31). Habita en los cristianos como en un Templo (1Corintios 3,16; 6,19). Por él clamamos a Dios sintiéndonos hijos (Gálatas 4,6; Romanos 8,15-16). Cuando no sabemos pedir como conviene, él intercede por nosotros (Romanos 8,26-27); regala a los cristianos diversas capacidades para el bien de todos (1 Corintios 12, 4-11; 12,28; Hebreos 2,4; Isaías 11,2):
1) Palabra de sabiduría
2) Palabra de conocimiento
3) Don de la fe
4) Don de hacer curaciones
5) Milagros
6) Profecía
7) Discernimiento
8.) Don de Lenguas
9) Interpretación de lenguas
10) Don de enseñanza
11) Asistencia material
12) Don de administración etc
13) Consejo
14) Fortaleza
15) Piedad
16) Respeto a Dios (Temor de Dios)
1) Caridad,
2) Alegría,
3) Paz,
4) Comprensión de los demás,
5) Generosidad,
6) Bondad,
7) Fidelidad,
8.) Mansedumbre y
9) Dominio de sí mismo
Ilumina a la Iglesia en la escogencia de misioneros (Hechos 13,2) y en decisiones relativas a prácticas cristianas (Hechos 15,28), y nos acompaña en la espera de la manifestación gloriosa del Señor Jesús (Apocalípsis 22,17)
SECUENCIA DE PENTECOSTÉS
Ven Espíritu Divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre, Don, en tus dones espléndido.
Luz que penetra las almas, fuente del mayor consuelo.
Ven, Dulce Huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma, Divina Luz y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado, si no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo.
Lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.
por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno.
Amén. Aleluya.