martes, 25 de noviembre de 2014

Usted tiene derecho a elegir dónde quiere ir a misa


Lo importante es comer, pero usted tiene derecho a escoger el restaurante donde se sienta que lo atiendan bien, le sirven la comida buena y a tiempo, de una manera agradable. Mi padre en su sabiduría popular aplicada a las misas decía: "Hijo, si hay dos fruteros y los dos venden la misma fruta y al mismo precio pero uno te trata mal y otro te sonríe, ¿A quién le compras la fruta?" Dígase lo mismo de la iglesia donde usted quiere recibir los sacramentos en general, Bautismo, Confesión, Primera Comunión, Matrimonio etc.
Un buen porcentaje de personas que vienen a mi iglesia no pertenecen territorialmente a ella. Siempre he pensado y lo he dicho:
La gente tiene derecho a ir a la misa donde no se sienta mal tratada o regañada.
La gente tiene derecho a ir a la misa donde se le explique la Palabra de manera entendible y aplicada a la vida,
La gente tiene derecho a ir donde no se le juzgue por su apariencia física.
La gente tiene derecho a ir a donde se le trate como prójimo y no como rebaño ciego
La gente tiene derecho a ir a la iglesia donde se sienta miembro de una familia
La gente tiene derecho a ir a la iglesia donde se sienta incluido y no excluido
La gente tiene derecho a ir a la misa donde participa y no donde simplemente responde como un autómata
Carlos María Galli, doctor en Teología, amigo del Papa y uno de sus teólogos de cabecera lo acaba de expresar en el Congreso internacional de pastoral de las grandes ciudades:
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El criterio, el te la territorialidad, según Galli, hay que desecharlo en gran parte. "La gente NO TIENE POR QUÉ SABER de jurisdicción parroquial. Es más importante el ASPECTO AFECTIVO que el territorial". Además, "la gente tiene que tener derecho a ELEGIR DÓNDE quiere ir a misa, porque le guste más la forma de predicar del cura o por cualquier otra cosa". Se trata de "la movilidad de la libertad que elige" y de "olvidar la parroquia como ente estable y territorial".