jueves, 31 de octubre de 2013

Oración de sanación


Alrededor de 1970 surgió en la Iglesia un movimiento religioso llamado Renovación Carismática Católica junto con las misas de Sanación. ¿Cuál es su doctrina fundamental y su forma de orar?

Podríamos sintetizar este punto así: Dios es amor (1 Juan 4,8) El envió su hijo al mundo para que tuviéramos vida en abundancia (Juan 10,10), este sanó a los enfermos y perdonó a los pecadores. Jesucristo murió en la cruz pero resucitó, está VIVO (Hechos 2,32). Es el mismo ayer, hoy y siempre, por lo tanto puede hacer hoy los milagros que hizo ayer (Hebreos 13, 8) Su intervención en nuestra vida se despliega sobre todo cuando nos abrimos a Él en la oración personal y comunitaria (Mateo 18,20) El tipo de oración es vocal, espontanea y con énfasis en la Alabanza y por la salud integral de los hermanos (Colosenses 3,16) El cuerpo participa también en la oración, y en los cantos, alzando las manos y bailando al estilo del Rey David (2 Samuel 6,5) Oramos por los enfermos imponiendo las manos sobre ellos (Marcos 16,18) El Espíritu Santo reparte sus dones entre sus siervos (1 Corintios 12, 7-11) Y los fieles dan testimonio de su amor (Tobías 12,6-7)

ORACIÓN DE SANACIÓN:

El Señor está cerca, muy cerca de ti, amándote con todas las fuerzas de su corazón traspasado por amor a ti, te ama con toda tu biografía por delante, con las páginas oscuras y claras de tu vida, te abraza y te dice que no estás sólo; que aunque no lo veas, nunca te abandona y que piensa en ti aún cuando tú no te acuerdas de Él.

“Padre Santo, en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor y por la fuerza de tu Espíritu Santo, pido por la persona que me está leyendo en este momento. Derrama sobre esa persona tu misericordia infinita, toca su corazón y su vida. Tú que conoces sus necesidades más profundas pasa derramando tu gracia y tu bondad, si está enferm@ sánal@, si tiene dudas afiánzal@ en tu fe, si está triste consuélal@, si está deprimido levántal@ con tu poder Señor.

Dios tiene abundantes bendiciones para ti y para los tuyos y te dice:
“Hij@ eres precios@ ante mis ojos, yo te amo mucho, confía en mí abandónate en mí, yo convertiré tu luto en danzas y tu tristeza en alegría, respira y siente cómo te invade un sentimiento de paz y de serenidad y ten la certeza de que mi mano protectora no permitirá que resbale tu pie, yo el Señor soy tu guardián y no duermo velando por ti. Pon en mis manos lo que te preocupa y yo te brindaré mi auxilio y protección. Yo el Señor lo digo y lo hago y quiero que recuerdes, si yo estoy contigo ¿Quien contra ti?". La paz y la alegría de Jesucristo Resucitado estén contigo.