sábado, 22 de junio de 2013

Cómo explicar a los niños la PRIMERA COMUNIÓN



Estimados niños y niñas, les voy a decir por qué estamos aquí hoy. Hace muchos años Jesús de Nazareth pasó haciendo el bien (Hechos 11,37-38), anunciando una buena noticia (eso significa la palabra Evangelio, Marcos 1,1) acerca de Dios y los hombres, a través de sus palabras y de sus obras, sanando a los enfermos, perdonando a los pecadores, liberando a la gente de todo tipo de mal.

Pero además Jesucristo entendió la necesidad que tenía la gente de una familia, de una comunidad (eso significa la palabra IGLESIA, Mateo 16,18), la familia de Cristo (de ahí viene la palabra "Cristianos" Hechos 11,26) y además de una familia universal (eso significa la palabra "Católica", Mateo 28, 18-20), o sea para todos los pueblos, para todas las razas, donde todos entraran, con la única condición de disponerse a ser mejores personas, con una misma fe, con una misma esperanza y con un mismo amor (Hechos 5,32)

Como toda familia necesita un PADRE, aunque sea adoptivo, Jesucristo nos regaló a su propio Padre, a PAPA DIOS y nos enseñó que era papá de todos al regalarnos el PADRE NUESTRO (Mateo 6,9-15)

Como toda familia necesita una madre, Jesús nos regaló a su propia madre a MARÍA (Juan 19,25-27), cuando estaba en la cruz, en la persona de Juan, el apóstol más joven, representante de esa familia que no era de sangre sino familia de espíritu. Un amigo muy famoso me dijo una vez que el hogar lo hace la mujer, un hogar sin mujer no es hogar, por eso la iglesia Católica no se parece tanto a un salón de conferencias sino a un hogar, porque tiene una mujer que además es MAMÁ de TODOS

Casi todas las familias tienen una casa y nosotros también la tenemos. Esa casa, la casa de la Iglesia, es un Templo material, grande o pequeño, pero ahí nos reunimos para encontrarnos como hermanos, para sentirnos juntos y darnos compañía. Este templo material es importante, pero más importante es que nos amemos. La casa la hacen los albañiles, el hogar lo hace el amor. Hay gente que tiene muchas casas pero no tienen un hogar, y hay gente que vive debajo de un puente, no tiene casa, pero tiene un hogar. La idea es que en la casa de la Iglesia encontremos un hogar

En cada casa hay una mesa, hasta en las más pobrecitas, así sea de Manaplás, o por lo menos un sitio donde la familia come, hay familias tan pobres que hay veces que comen poco o no comen nada, y cuando comen son muy felices y si se aman comparten lo poco que tienen. "Nosotros tenemos una mesa sagrada (un altar)" Hebreos 13,10

Jesucristo quiso que en esa mesa de la familia espiritual nunca faltara una comida común, quiso que todos comiéramos de un mismo PAN y bebiéramos de una misma COPA. A Jesucristo le parecía que comer juntos, ojalá todas las familias pudieran hacerlo, era la mejor forma de expresar la UNIÓN-COMÚN (esto significa la palabra COMUNIÓN)

Cuando somos muy pequeñitos no nos sentamos a comer todos con la familia, todo tiene su tiempo. Y aunque ya formamos parte de esa familia por el NACIMIENTO DEL BAUTISMO, para sentarnos a COMULGAR necesitamos saber que adquirimos un compromiso. El compromiso de amar a Dios sobre TODAS las cosas y al PRÓJIMO como a nosotros mismos y no de cualquier manera sino de esa forma en que nos enseñó JESUCRISTO. Ese compromiso lo aprendemos en le ENSEÑANZA del cristianismo (eso significa la palabra CATECISMO)

Cuando COMULGAMOS, hacemos una comunión con JESUCRISTO, quien en la ÚLTIMA CENA, no sólo nos enseñó cómo se hacía una misa, sino también que EL ESTABA EN ESE PAN (Lucas 22,14-20) y San Pablo dice que eso ocurre siempre que celebramos esa CENA en el nombre de Jesucristo. Pero también COMULGAMOS con los hermanos, puesto que todos comemos de un mismo PAN. (1 Corintios 10,16-25)

Al mismo tiempo nos comprometemos a tratar como hermanos a la gente que está afuera de la Iglesia, (MAteo 25,34-40) a los hombres y mujeres que no pertenecen a esta familia, para que aprendamos todos cuán necesario y qué sabroso es vivir como familia, en la paz, en la justicia, en la alegría y en el amor

viernes, 21 de junio de 2013

La trampa de la aprobación






I. APARENTE CONTRADICCIÓN:
En Mateo 5,14-16 Jesucristo dice:
"Ustedes son la luz del mundo: ¿Cómo se puede esconder una ciudad asentada sobre un monte? Nadie enciende una lámpara para taparla con un cajón; la ponen más bien sobre un candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Hagan, pues, que brille su luz ante los hombres; que vean estas buenas obras, y por ello den gloria al Padre de ustedes que está en los Cielos."

En este texto Jesús está consciente de la necesidad que tiene este mundo de personas luminosas que con sus buenas obras disipen la oscuridad de las tinieblas y así lo hace saber. Monseñor Helder Cámara Arzobispo de Recife, Brasil, decía: "Muchos no leerán otro Evangelio que tu vida". EL Salmo 111, dice: "El que es justo, clemente y compasivo, en las tinieblas brilla como una luz"

Pero es curioso como un capítulo después en Mateo 6,1-6 dice que no imitemos a los hipócritas que dan limosna, oran y ayunan "para que los vea la gente". Aparentemente hay una contradicción, sin embargo lo que critica Jesús en este segundo trozo es la búsqueda de aprobación de la gente en sus actos religiosos, más que la aprobación de Dios.

II. SINTOMAS DE LA BÚSQUEDA DE APROBACIÓN:
Todos nos sentimos bien cuando nos aprueban, el problema ocurre cuando "vivimos" o nos "desvivimos" para buscar la aprobación o nos desinflamos o deprimimos cuando no la tenemos. Jesucristo o el Papa Francisco son dos ejemplos extraordinarios de personas que no buscan la aprobación de los demás al hacer lo que hacen. Entre los síntomas de la búsqueda de aprobación se encuentran:

1. Te vistes, hablas, comes o haces cosas, no porque te gustan sino para complacer a los demás
2. Estudias una carrera que no te gusta para complacer a tus padres
3. Te sientes humillado por un comentario contra tu persona, como si la opinión de los demás sobre ti fuera más importante de lo que tú piensas sobre ti. (Comentario sobre tu peso, tu talla o actitudes)
4. Haces cosas par agradar a tus amigos o a tu pareja, aún en contra de tus principios o tus deseos para mantener la aprobación
5. Te vistes o te peinas de una manera llamativa para centrar la atención hacia ti
6. Te sometes a continuas cirugías para parecerte a alguien distinto de ti
7. Las presiones de un grupo político, asociación o bandas, te hacen cometer actos inadecuados a cambio de aplausos o aceptación
8. La obsesión por el dinero o el poder, la soberbia y el egocentrismo son también formas de buscar la aprobación

III. CONSECUENCIAS DE LA BÚSQUEDA DE ACEPTACIÓN
1. Pierdes tu originalidad. Recuerda que naciste original, no mueras como una copia
2. Pierdes tu camino. Así como el sol tiene para cada uno un rayo de luz distinto, así tiene Dios para cada uno un camino virgen
3. Puedes cometer actos en contra de tu conciencia o principios para complacer a otros

IV. QUÉ HACER PARA NO CAER EN LA TRAMPA DE LA APROBACIÓN
1. Desarrollar y consolidar una buena autoestima, para que el aplauso vaya por dentro
2. Orar pidiendo a Dios discernimiento acerca del camino que Dios tiene para ti
3. Recuerda que los cristianos estamos llamados a actuar según principios, convicciones, fe y conciencia y no para contentar o buscar la aprobación de personas, grupos o dirigentes