Bendícenos Señor y también a esta casa, en tiempo de ansiedad y de alegría. Benditos sean los amigos que entran y las ventanas que se abren al cielo, el techo y las paredes que nos protegen del mundo y de los rigores del tiempo. !Señor! Haz de esta casa una Mansión de Amor y Belleza perdurables. Un lugar cómodo alegre pacífico y amigable. Que aquí se escuchen conversaciones agradables, y los amigos se queden a compartir sonrisas y canciones. Bendice estos cuartos para el trabajo, el descanso y el juego. Acompáñanos Señor de día y de noche. Bendice nuestra labor y nuestro descanso, nuestro sueño y nuestro despertar. Señor, bendice esta casa y a los que vivimos en ella. Amén.
