Muy buenos días a todos, hoy es miércoles 4 de Diciembre del 2013. La santería se está propagando en Venezuela porque muchos inmigrantes cubanos que la practican la han traído aquí. Cada vez con más frecuencia se ven personas de todas las edades vestidas totalmente de blanco, otros llevan en la muñeca pulseras de mostacillas verdes y amarillas, otros ponen una imagen de Santa Bárbara en el negocio junto a una vela y una manzana. Hoy los católicos recordamos a Santa Bárbara pero los santeros celebran a Changó, disfrazado de santa Bárbara, entérese por qué.
¿QUÉ ES LA SANTERÍA?
La “Santería” recibe también los nombres de: Regla de Ocha, que se traduciría como “culto a los orichas” y “religión Lucumí”, puesto que los africanos que trajeron este culto eran provenientes de “Ulkumi.” Mientras el católico percibe la estampa o la imagen de un santo como la “representación” de alguien, “el santero, o practicante de la Santería, percibe esa misma imagen como la personificación de un dios yoruba.”
Los últimos esclavos africanos que llegaron a Cuba, fueron los Yoruba, de Nigeria. Su Dios supremo es Olodumaré, quien después de haber creado todo, se retiró dejando como intermediarios entre él y los hombres a los orichas (divinidades menores). La actual Santería cubana conserva casi sin modificación el mundo religioso Yoruba. Cada oricha tiene sus animales preferidos para ser sacrificados, “sus propios emblemas, sus colores ritualísticos, su comida preferida, sus propios cantos, bailes y ritmos de tambor” pero fueron ocultados bajo nombres de santos católicos y de advocaciones marianas, como estrategia de supervivencia en tiempos de la Colonia.
La Santería llegó a Venezuela desde Miami en los años sesenta. Entre los Orichas destacan las Siete Potencias Africanas:
1. OBATALÁ: Oricha de la paz, la armonía, la virilidad y la fecundidad. Se asocia al color blanco y a los objetos de plata. Es ocultado con el nombre de la Virgen de las Mercedes y la Inmaculada Concepción.
2. CHANGÓ: Se asocia a la tempestad y a la sexualidad, viril y guerrero, color rojo y blanco. Se le colocan cambur verde, manzanas rojas y quimbombó. Es hijo de Yemayá. Su esposa es Oba, pero tiene amores con Ochún y con Oyé, reina de los cementerios y esposa de Ogún. Por eso Changó y Ogún son enemigos. Se dice que Oyá, patrona del fuego, salvó una vez a Changó vistiéndolo de mujer, tal vez por esta razón está asociado a Santa Bárbara. 338 Es el patrón de la música, le encanta el baile y los tambores. “Su número es el seis y su animal es el carnero.” 339
3. BABALUAYÉ: provoca las enfermedades, lo identifican con san Lázaro.
4. OGÚN: rey de los metales, protector de choferes, herreros, desempleados y mecánicos. Asociado a San Pedro, San Juan y San Miguel arcángel.
5. OCHÚN: Mujer sensual, dueña del agua dulce. Color amarillo. Se asocia a la Virgen del Cobre y a San Juan Bautista.
6. YEMAYÁ: Se dice que de ella nacieron todos los demás orichas. Dueña del agua salada, diosa de los matrimonios, asociada a la Virgen de la Regla. “Es una Oricha enigmática. Su número es el siete, su color es el azul y su símbolo más poderoso es el fluir de las aguas. Su ira no tiene parangón.”
7. ORULA: Llamado Orunmila en Nigeria, se invoca para el Ifá (sistema de adivinación), es patrono de los Babalaos (Sacerdotes de la Santería). Color verde y amarillo. Se asocia a San Francisco de Asís.
También están Iroko (Inmaculada Concepción), Olofin (Espíritu Santo), Nana (La Virgen del Carmen), Olodumare (Jesucristo, el Santísimo Sacramento), Echú (San Miguel Arcángel). Los ritos se celebran el día del santo católico correspondiente. Se les sacrifican animales. Los santeros caen en trance y son poseídos por espíritus, se baila al son de los Batá (tambores parecidos a los nigerianos) y se canta en español y yoruba. Una vez al año sacrifican animales y preparan comida que luego es enterrada, para alimentar a la tierra.
Al nuevo santero (iawo) se le imponen collares con cuentas de vidrios multicolores, símbolos de los orichas y portadores de poderes. A veces llevan sus collares junto a escapularios y medallas cristianas. La iniciación propiamente dicha se realiza embadurnando al “nuevo” con sangre de animales, baños con hierbas cocinadas y corte total de pelo. Se le asigna un padrino, se le inicia en las responsabilidades respecto a su oricha. Después tiene que llevar durante un año ropa blanca, y cubrirse la cabeza con una gorra del mismo color.
Cada santero tiene su propio Oricha y guarda en su casa un Eleguá, su dios protector. Su figura es fabricada con tierra de cementerio, cemento, hierbas secas y sangre de animales. Muchos santeros son vendedores en perfumerías ritualistas. Los babalos, son curanderos y adivinadores. Tienen que ser hombres. Son los únicos autorizados para sacrificar animales.
Poseen un Opele, rosario de 16 semillas que se utiliza para la adivinación, lo mismo que los caracoles (Oráculo del “diloggun”) con los cuales se adivina qué oricha le corresponde a cada santero. El primero de Enero “tiene lugar una ceremonia para averiguar lo que va a pasar durante el año.” Se calculan unos 100 babalaos en Venezuela.
El culto yoruba en América ha recibido también influencia de cultos del Congo y de Angola. En esos cultos, el brujo “se adueña del espíritu de un muerto apoderándose de sus huesos y para ello, basta con tener una falange de un dedo meñique.” “El muerto hace un pacto con el vivo y hace todo lo que el vivo le manda. Y para que un hombre pueda ser lo que se llama un brujo de verdad... tiene que ir al cementerio: tiene que ser dueño de un muerto.” Para preparar la “nganga” o cazuela de muerto, “se paga al mejor postor inescrupulosamente” para que realice la profanación de una tumba. Esta profanación se hizo con el cadáver de Simón Bolívar a las tres de la madrugada, conocida como la hora del Anticristo.
