martes, 26 de junio de 2018

Sagrado Corazón de Jesús




Es muy necesario volver al Sagrado Corazón de Jesús, sobre todo en medio de tantas predicaciones de condenación, más sustentadas en proyecciones humanas que en en el verdadero Jesús, misericordioso y perdonador. Su representación artística nos muestra a un Jesucristo desnudando su pecho. Te dice que Él tiene corazón, y que ese corazón es bueno, que no te rechaza, que no te excluye, que no te margina, sea cual sea tu condición o tu pasado.
Un corazón que recibe al hijo pródigo arrepentido (Lucas 15,11-32) y deja 99 ovejas por buscar a la que se le perdió (Lucas 15, 3-6). Que se alegra por un solo pecador que se convierte que por muchos que no necesitan conversión (Lucas 15, 7). Que se compadeció de la Viuda de Nahim por su hijo muerto (Lucas 7,13). Que se conmovió hasta el alma y lloró por la muerte de Lázaro y por el llanto de Marta y María (Juan 11,33-35)
Que descubrió tras el ropaje de una prostituta a una mujer cuyo corazón amaba mucho más que el de los religiosos de su tiempo (Lucas 7,44-47), que se fue a alojar en la casa de un pecador (Lucas 19,5-7) Que nos invitó a descansar en Él: "Vengan a mi los que se sienten cansados y agobiados porque yo los aliviaré" Mateo 11,28. Que se compadecía de la gente porque estaban como ovejas sin pastor (Marcos 6,34)
Siempre hay alguien que tiene una puerta abierta cuando otras se cierren para ti. El Corazón de Jesús es esa puerta siempre abierta. Acércate al Sagrado Corazón de Jesús, encomiéndale tu causa y la de los tuyos. Cobíjate en su pecho. El amor de su corazón es mucho más grande que tus errores y pecados. Abandónate con confianza en sus brazos, lava sus pies con tus lágrimas y permite que el bálsamo que sale de su corazón lave, purifique y sane el tuyo y dile: "Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío."