martes, 10 de junio de 2014
Cuidado: No digas que todo lo que pasa es voluntad de Dios
El mal que existe en este mundo no viene de Dios. "Vio Dios que todo cuanto hizo era muy bueno" Génesis 1,31. Lo que viene de Dios es verdadero, noble, justo, limpio, hermoso y honrado (Filipenses 4,8) De modo que cuando las cosas que ocurren no son verdaderas, nobles, justas, limpias, hermosas y honradas no vienen de Dios. Dios no hizo basura, hizo un paraíso. Por tanto el mal que existe en este mundo es producto de:
1. De la ignorancia
2. De la mprevisión
3. Del mal uso de nuestra libertad tal y como lo dice Eclesiástico (Sirácides) 15,11-17
"No digas: "¡Dios me hizo pecar!" porque él no hace lo que odia. No digas: "¡Me hizo cometer un error!" porque no necesita a un pecador.El Señor detesta el mal, y de igual modo lo detestan los que temen al Señor.Cuando al principio creó al hombre, lo dejó en manos de su propia conciencia. Si tú quieres, puedes observar los mandamientos; está en tus manos el ser fiel. Ante ti puso el fuego y el agua: extiende la mano a lo que prefieras. Delante de los hombres están la vida y la muerte, a cada uno se le dará lo que ha elegido." (Este libro sólo aparece en la Biblia Católica)
Por tanto, no todo lo que pasa es voluntad de Dios, la injusticia no es voluntad de Dios, los asesinatos no son voluntad de Dios, la represión no es voluntad de Dios, las torturas ni las violaciones a los derechos humanos son voluntad de Dios. Cuando en el Padre Nuestro decimos "Hágase tu voluntad así en la tierra como en el cielo" es porque en la tierra "no se hace", estamos pidiendo que se haga y nos comprometemos a eso.
Ante todo lo que es evidentemente contrario a la voluntad de Dios no podemos resignarnos. Ya decía Don Helder Cámara, obispo de Recife: "Nos doblegamos ante la voluntad de Dios, no ante la voluntad de los hombres." La resignación no es "cristiana" sino estoica (corriente filosófica que insistían en que todo lo malo hay que aceptarlo con resignación), la palabra cristiana es la esperanza, pero la esperanza activa, debemos oponernos a todo lo que contradiga la voluntad de Dios en nuestra vida y en la vida de los otros
Otra cosa es que Dios recicle lo malo que hacemos los seres humanos y saque de eso algo bueno (Romanos 8,28) pero no digas que todo lo que pasa es el tiempo de Dios. En palabras de San Agustín "Dios no permitiría el mal sino por la capacidad de transformarlo en bien", pero el mal no viene de él.
Para aclarar la frase "El Tiempo de Dios es perfecto" lea el siguiente enlace http://padrechulalo.blogspot.com/2012/10/el-tiempo-de-dios-es-perfecto.html